La mediación educativa promueve que las escuelas, colegios e institutos sean espacios para la convivencia pacífica. Renueva las relaciones entre los alumnos, profesores, padres o madres mediante la transformación positiva de las actitudes y de la comunicación.
Como herramienta educativa, el uso de la mediación permite que todos, desde la infancia, podamos tener la oportunidad de aprender a gestionar los conflictos a través del diálogo.
Con la mediación se enriquece la calidad en la educación del alumnado. Entre los beneficios que éstos obtienen destacan:
- Desarrollan y potencian su capacidad emocional. Aprenden a distinguir sus propios sentimientos, intereses y valores, así como los de los demás.
- Refuerzan sus habilidades sociales y de comunicación.
- Incrementan su interés y participación a través de la escucha activa.
- Aumentan su creatividad y su capacidad de decisión y búsqueda de soluciones conjuntas.
- Aprenden a responsabilizarse de sus propios actos, a ponerse en el lugar del otro y, a reconciliarse con los demás.
- Reducen el uso de la violencia. Disminuyen las agresiones, los maltratos y todas las formas de acoso.
La mediación educativa genera un clima que favorece la tolerancia y el respeto a los demás. Su uso disminuye el número de los conflictos y reduce la aplicación del régimen disciplinario educativo.